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| Muñeco de nieve, siempre imprescindible en estas ocasiones. |
La nieve no estaba para andar, sino más bien para esquiar… hubiera sido un gran fin de semana de travesía, la verdad.
Aún con raquetas, tuvimos que desistir en el intento de alcanzar la cima del Peña Forca. En su lugar, nos pasamos las horas de sol, charlando y jugando con la nieve a la altura del refugio forestal de Lenito.
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| Refugio de Lenito |
El domingo en vista de lo acontecido el día anterior, nos propusimos un objetivo mucho menos ambicioso: nos acercamos a Santa Cruz de la Serós para subir al monte San Vicente. Al aparcar, vimos que la zona está repleta de monasterios, ermitas, iglesias y demás edificios históricos religiosos… la salida prometía, conjugar perfectamente naturaleza, deporte y cultura.
Ascendimos desde el pueblo directamente al llamado Nuevo Monasterio sito en el llano de San Indalecio; se trata de un conjunto formado por el monasterio, el centro de interpretación y un hotel rural. Precioso lugar donde paramos a tomar algo el sol.
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| Nuevo monasterio |
Más tarde, nos asomamos a la ermita de San Voto (tristemente en ruinas), aunque no bajamos hasta su mirador.
Nos dirigimos entonces cuesta abajo con la intención de visitar el Viejo Monasterio: un bonito edificio incrustado en una rojiza pared de conglomerado, al resguardo de las inclemencias del tiempo.
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| Viejo monasterio. |
Volveremos arriba, para pasarnos por el Mirador de los Pirineos, desde donde podemos apreciar las cimas visibles desde el Ezkaurre hasta Ordesa, todas ellas vestidas de blanco.
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| Panorámica desde el mirador de los Pirineos |
Para finalizar, superamos el pequeño desnivel que nos restaba hasta el monte San Vicente (1294m).
Magnifica salida que nos permitió disfrutar de un entorno un tanto desconocido para nosotros. Volveremos, ¡seguro!
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| Panorámica comentada desde el mirador de los pirineos |
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