Travesía de las 4 cimas del Midi d'Ossau: una magnífica integral

Cielos despejados y unas temperaturas más que templadas, impropias de esta época, presagian un gran de fin de semana en los Pirineos. Hemos hecho bien en reservar estos días para realizar la que, posiblemente, sea la tercera actividad más aventurera que tengo en mente. Comparten el podium, sin duda, la escalada "clasica norte" del Vignemale y la cresta Sabocos-Tendeñera-Otal.
 
Llegamos el viernes tarde a Formigal, al que será nuestro lugar de descanso durante las próximas horas, en el Valle de Tena. Tras una rápida cena, fijamos el despertador para las 5 de la mañana. A estas alturas del año, conviene comenzar pronto las largas actividades pirenaicas, si no queremos que nos coja el anochecer en medio de ningún lugar.
 
En el itinerario de hoy, se pueden diferenciar 7 fases bien marcadas que nos permitirán valorar las fuerzas remanentes y los tiempos máximos de paso, evitando así el incremento de probabilidades para un posible percance.
 
Parte 1: Parking Anéou - base de la pared (2h - fácil)
Suena el despertador y, entre huevos fritos, y melón, comenzamos  a caminar a las 6 de la madrugada desde el aparcamiento de Anéou en dirección al refugio de Pombie.
Alcanzamos en hora y cuarto la vera del refugio, y, dejando el lago a mano derecha, llegamos a la base de la vía en otros 45 minutos.
 
Parte 2: base de la pared - Punta Jean Sante (3h/3,5h - V/6a)
Comenzamos a ascender por hierba y, a grandes rasgos, debemos enfrentarnos al gran corte que recorre la pared. Vamos tomando perspectivas de lo que nos espera. Para ello, treparemos una corta pared a mano izquierda (IV subestimado, resbaladizo y difícil de asegurar, al final se ve una reunión de rápel), y seguiremos en ensamble hasta la base del visible corte.
Croquis general de la "Parte 2"

Detalle del comienzo.
 
Aquí, montaremos la R0 en una instalación de rápel y comenzará la escalada. Se puede ascender de frente por la gran grieta (V+/6a mantenido) o desviarse por la derecha, por una canal naranja con un clavo (paso de V atlético bien protegido por el clavo y fácil de autoproteger con friend C3). Por error, tras parecernos dificil el paso del clavo, descendimos dos metros y nos embarcamos en el V+/6a mantenido. Itinerario muy duro especialmente con mochila y botas de monte. Consistió en un largo de 30 metros hasta una firme reunión de rápel que aguantó sobradamente una caída de segundo.
Detalle de las primeras dos dificultades.
 
Seguiremos en ensamble por el centro de la canal hasta encajonarnos. Parece factible proseguir por el centro del corte (hay un cintajo rojo), pero todos los croquis nos indican que salgamos. Queriendo evitar más marrones como el 6a en el que nos hemos embarcado antes, decidimos hacer caso a todos los croquis y salir de la canal a mano derecha por unas gradas (paso de IV atlético en el inicio), utilizando un clavo gris que se encuentra a la altura de la cabeza. Proseguiremos en horizontal, chapando hasta 4 clavos, y, tras una grada algo inclinada, salimos a una zona de escasa dificultad, justamente, sobre unas piedras blancas que se ven desde el refugio.
Detalle de la travesía de los clavos.
 
Viraremos entonces en dirección ascendente (izquierda), y casi progresaremos caminando. Superaremos un paso de placa de III hasta alcanzar otra canal, más abierta (donde superaremos otro paso de III) que se irá cerrando hasta que una pared fracturada detiene nuestro avance. De frente, la pared parece fácilmente protegible y de grado V+ aunque, al enfrentarnos, las fuerzas flaquean y debemos abandonar el intento.
Detalle de la canal final al collado.
 
Vemos que a mano izquierda podemos hacer una travesía horizontal que nos deja en unas repisas que ascienden a derechas de forma cómoda hasta el mismísimo collado. Tomamos entonces ese itinerario y alcanzamos cómodamente el collado.
No subestimar la "Parte 2" desde la base de la pared, ya que es muy fácil extraviarse.
Desde el collado, miraremos a la Punta Jean Sante y la ascenderemos por la izquierda, dibujando una especie de espiral directamente a la cima (II). Disfrutaremos del enclave y aprovechándonos de la perspectiva, diseñaremos la ascensión a la Punta Aragón (detalles en la "Parte 3"). Bajaremos por el mismo itinerario de vuelta al collado.
Subida a la Punta Jean Santé desde el corredor Sanchette.
 
En la Punta Jean Santé
 
Parte 3: Punta Jean Sante - Punta Aragón (2h - III/V+)
Parece ser que existen 4 opciones para superar el primer muro de la punta Aragón:
  1. La vía Ravier (MD): asciende el contrafuerte de frente (no la he encontrado en ningún croquis).
  2. La vía Barrio-Bellocq (D, con un paso de V-): dibuja una diagonal por el contrafuerte de izquierda a derecha persiguiendo las debilidades del mismo.
  3. Corredor Sanchette (III): a mano derecha del contrafuerte, nos permitirá superar el muro de forma sencilla.
Nosotros hartos de apretar con el grado, decidimos seguir el itinerario del corredor Sanchette, que rodea la vertical pared por la derecha dibujando una media luna hasta dejarnos bajo la punta Aragón (III).

Croquis obtenido de Mendikat.
A la izquierda aparece la cima Jean Santé y el Corredor Sanchette.

Una vez superado el primer resalte de la cima, tenemos varias opciones para llegar a la cima: 
  1. De frente, dos evidendes grietas dan acceso a la cima. La de la derecha (IV), al menos a simple vista, parece ser algo más complicada que la de la izquierda (III+/IV).
  2. Rodeando la cima por la izquierda, se nos brindan nuevamente dos opciones:
    1. Rodear la cima en su totalidad hasta llegar a la cresta de bajada de la Cima Aragón. Seguir la cresta entonces hasta alcanzar la cima.
    2. A medio rodeo de la cima, coincidiendo con la primera debilidad, aprovechar el canal de Marsoo, que alcanza la cima por una cavidad.
  3. Sin abandonar el corredor Sanchette, parece que se puede tomar un canal que nos deja en la cima de forma rápida y sencilla.
Croquis general de la subida a la Punta Aragón con todas las opciones salvo la vía Ravier.
 
De nuevo, descartamos la idea de sudar en exceso por las grietas, pero tampoco queremos quitarle toda la vidilla y la emoción a la subida, por lo que nos decidimos por el camino del tal Marsoo.
Para ello, rodearemos la cima por la izquierda hasta que la pared derecha se fractura en gigantescos bloques. Entonces, aprovecharemos la primera debilidad que veamos, que comienza con una trepada atlética hasta un hito (III), para posteriormente escabullirnos entre ellos, primero con tendencia a la izquierda y después, tras pasar sobre una oscura brecha, a la derecha, progresando siempre por el terreno más fácil. Debemos tener fe en nosotros mismos y no desistir, si queremos llegar al final de este itinerario, dónde, justo debajo de la cima, veremos una gran abertura vertical en la que deberemos adentrarnos para aparecer de pronto y através de un angosto agujero, en la cima misma de la punta Aragon.
Acceso a la chimenea Marsoo.

Son magníficas las vistas desde la cima de la Punta Aragón. El Gran Pic de Midi y el Petit, la Fourche (el collado entre ambos), Pombie, Portalet y Balaitus, otro antiguo volcán, al igual que el que estamos pisando.
Angosta salida a cima.

En la Punta Aragón.
 
Parte 4: Punta Aragón - Grand Pic Midi d'Ossau (2,5h - III/V)
Leemos en los croquis, que existen unas viras a mano derecha que nos permiten esquivar varios de los gendarmes de la cresta que nos separan del Reino de Pombie (que no es más que la pedrera final que se pisa en el acceso normal al Midi d’Ossau). Seguimos prefiriendo la comodidad a los sudores de los posibles pasos de IV que podamos encontrarnos en la cresta, por lo que, al bajar de la cima, tras un salto acrobático, descendemos a mano derecha hasta encontrar una debilidad por donde rodear el primer gendarme.
Atravesamos la debilidad e, inevitablemente, nos vemos empujados al vértice de la arista. Está claro que no hemos dado con el itinerario de las viras mencionado en los croquis. Sin embargo, decidimos progresar por la cresta, rodeando los gendarmes por la derecha, por terreno no muy difícil, y hasta agradecido en ocasiones, hasta llegar a la brecha Aragón. El tramo final, para ollar la brecha, debemos destreparlo por el lado izquierdo.
Vistazo atrás desde el primer gendarme.

Nos enfrentamos a otro gran gendarme que abordaremos de frente escalando de forma sencilla (III) y con tendencia a la izquierda. Justo debajo de la cima, debemos intentar rodear el gendarme por un paso muy aéreo pero fácil. Parece que también es muy factible ascenderlo con tendencia a la derecha para rodearlo cómodamente por el otro lado, evitando así el paso aéreo.
Primer gendarme. Nosotros fuimos por la izquierda.
 
Para el siguiente gendarme, practicamos la mista técnica, ascender con tendencia a la izquierda. Entonces, cuándo creemos que ya nada nos va a impedir progresar, nos vemos de frente con el último paso dificultoso de la cresta. Para ascender al último gendarme, se debe superar un par de pasos de V algo atléticos y fáciles de proteger, que pondrán a prueba nuestro temple. Largo de 30 metros justos hasta la reunión de la cima. Lo malo es que no hemos podido imaginar una alternativa más apropiada para superar la dificultad, salvo una placa lisa de unos 3 metros de grado indeterminado e imposible de autoproteger, aunque nada expuesto. ¿Tal vez intentando un rodeo por la derecha? En opinión de mi Aita, que es quien iba de primero, esto no era factible...
Segundo gendarme. Evitamos la placa, aunque no parece dificil.

Desde la cima, veremos ya el reino de Pombie, al otro lado de la siguiente horcada. Para bajar de la cima se puede montar un rápel de unos 15 metros o utilizar una cuerda fija. OJO! que no llega hasta el suelo.
Croquis general de la cresta.
 
Veremos también los posibles itinerarios que podremos trazar y dos grandes hitos por lo que debemos pasar.
Principalmente, se aprecia solo uno, que pasa por debajo un pequeño gendarme negro para rodearlo por la derecha. Sin embargo, si nos fijamos bien, podremos ver un hito a la izquierda del gendarme, un hito que no parece llevarnos a ningún lado. Si nos acercamos, podremos arrastrarnos por algún agujero y adentrarnos, una vez más, en las entrañas de la montaña. Atravesaremos la angosta cavidad para salir por el otro extremo, justo detrás del gendarme.
Abandonando la oscuridad.
 
Desde aquí, solo nos quedará subir con tendencia a la izquierda y después a la derecha para llegar al Reino de Pombie, dónde daremos con el sendero de subida normal al Midi d'Ossau, que seguiremos hasta la mismísima cima.
En la cima cimera del Midi d'Ossau.
 
Parte 5: Grand Pic Midi d'Ossau - Petit Pic (1,5h - III/IV)
Ya hemos pasado el ecuador de la actividad y son las 15:30 de la tarde, el sol aún calienta con fuerza y nos quedan cerca de 4 horas hasta que desaparezca en el horizonte, escondiéndose entre las lejanas cimas.
Disfrutamos durante 20 minutos del lugar, de las experiencias propias y de las del resto de escaladores que habían realizado diferentes vías de acceso a la cima, hasta que decidimos ponernos en marcha de nuevo.
Desde la cima, salimos en dirección al Petit Pic y caminamos recto, que no erguidos,  por la pedrera que se encuentra a mano derecha del vértice. Descendemos poco a poco hasta que encontramos una instalación de rápel. Se puede seguir destrepando poco a poco hasta La Fourche (nombre que se le da al collado entre ambas cimas), pero preferimos lanzar ambas cuerdas de 60 metros y realizar un largo rapel (40m) para ahorrarnos emociones. Tras el rápel, continuamos el descenso, ahora con tendencia a la izquierda, hasta encontrar otra instalación de rápel que, esta vez sí, nos deja directamente en La Foruche (30m).
Croquis de la bajada a la Fourche.
 
Dos grandes e imponentes paredes se alzan a este y a oeste, respectivamente, y dos vertiginosos acantilados nos amenazan en los otros dos puntos cardinales, al norte y al sur. Nos encontramos en una encrucijada, un enclave sin duda singular, lugar de nadie, aislado y al que no se puede llegar por ningún itinerario sin dejar algo valioso de nosotros por el camino. Así las cosas, miramos al Petit Pic y parece que volvemos a tener dos opciones de ascensión. Una transcurre por el evidente espolón (paso de IV) y la otra por el corredor a su derecha (III). Hemos leído que el corredor es algo sucio y desagradable por lo que nos inclinamos por la primera opción. Seguimos los hitos para superar el primer resalte del espolón, y caminando, alcanzamos a llegar a la mitad del mismo, a pocos metros de enfrentar el paso de IV grado que nos separa de la cómoda rampa cenital.
Lo mejor, superar el paso de IV y montar lo antes posible una reunión (existe una instalación de rápel cerca) para desmontar las cuerdas y llegar a la cima con ellas recogidas. No merece la pena progresar por las rampas cenitales encordados.
Ascensión al petit.
 
Alcanzamos la cima del Petit Pic en dos horas (contando desde la llegada al Gran Pic) y suspiramos un tanto aliviados. "Sólo" nos queda descender la cresta de Peyregert hasta el collado homónimo y, después, proseguir el sendero que, pasando por el Refugio de Pombie, nos lleva de vuelta la parking. Remarco la palabra "sólo", ya que nos llevará 2 horas recorrer el laberinto de gendarmes, hitos, acantilados, rápeles y senderos que conforman la arista. Probablemente, no seguimos el mejor itinerario, pero logramos llegar al coche, y eso es lo que importa.
En la cima del Petit.
 
Parte 6: Petit Pic - Collado de Peyregert (2h - II/III+)
Salimos de la cima por dónde hemos llegado (dirección al Grand Pic) y tras bajar las primeras rampas, viramos a la derecha en busca de un gran hito que nos marca el inicio de la bajada. Comenzaremos a bajar y encontraremos de primeras una instalación de rápel. Nosotros la pasamos de largo pero seguramente, el mejor itinerario pase por montar ese rápel bien largo (50/60m) Entonces, la pedrera que pisamos se divide en dos canales que se inclinan. El de la derecha, el canal blanco (por el color de la roca) y el de la izquierda, el canal que cae hacia la gran pedrera triangular bajo La Fourche. Tomamos el de la izquierda y comenzamos a destrepar. Por el camino encontramos algunas instalaciones de rápel, que ignoramos y seguimos bajando. Superaremos pasos de hasta III grado en dirección descendente, hasta que el canal se abre en una amplia caída. Entonces, según miramos abajo, viraremos a la derecha para alcanzar el vértice entre los dos canales. Descenderemos por el vértice hasta encontrar un rápel que montaremos en dirección al canal blanco: 40 metros (aunque el resalte se puede superar con unos 15m).
Tras finalizar el rápel y, una vez más, mirando hacia abajo, seguiremos unos hitos hacia la izquierda que nos devuelven al vértice, a otra instalación de rápel. En este caso, el destrepe es muy sencillo (II+) y no montamos el rápel (20/25m).
Tras bajar el destrepe, volvemos a salir al vértice (a mano derecha según se baja) y aparecen las primeras hierbas. De frente, unos imponentes gendarmes bloqueen la cresta, por lo que de forma intuitiva, los intentamos rodear por la derecha siguiendo una especie de sendero con algún que otro hito desperdigado.
Rodeando los gendarmes por la derecha.
 
De repente, tras atravesar el segundo nervio rocoso, damos con un canal herboso que, ayudado por el color cálido que le infiere el sol, nos incita a bajar por él. Debemos hacer caso omiso a las llamadas de canto de sirena y dirigir nuestra mirada de nuevo al vértice, a una debilidad en la que veremos un hito, vuelta de nuevo a las sombras. Hacia allí debemos dirigir nuestros pasos, primero bajando al comienzo de la canal herbosa y después remontando para llegar al vértice.
Ahora sí, aparece una línea de hitos que nos bajará poco a poco por terreno relativamente sencillo (todos los pasos son inferiores al II grado) poco a poco hacia la gran pedrera central del Midi d'Ossau. Justo cuando parece que vamos a llegar a la pedrera, y que ese es el itinerario más evidente, debemos volver a ignorar nuestro sentido común (o el de la supervivencia, no lo tengo muy claro) y seguir los hitos que tendrán tendencia a la derecha (según se baja). Esto hitos, apuntan a una debilidad en el vértice, dónde, desde muy lejos, veremos un hito que es clave para no perder nuestros pasos. Hacia allí debemos dirigirnos siguiendo la línea de hitos. Para llegar, tocará remontar una pequeña cuesta que se nos antoja enorme.
A lo lejos, la salida de las sombras.

Una vez allí, nos vuelve a calentar el sol, los últimos rayos del día, e inundan de precioso color otoñal todo el entorno que nos rodea. Veremos abajo, a lo lejos, el collado de Peyregert y detrás la cima del mismo nombre. Ahora sí, habremos abandonado el sendero de las sombras para siempre y nos tocará buscarnos la vida por las inclinadas y verdes praderas para llegar hasta el collado, coincidiendo, mágicamente, con el atardecer.
Intento de croquis de la bajada por la Arista de Peyregert. 

Croquis algo más profesional de la bajada del Petit Midi.

Parte 7: Collado de Peyregert - Parking de Anéou (1,5h - sendero)
Con los pies pisando tierra firme, podemos relajarnos y desmontarnos todo el material, comer, descansar, rellenar las mochilas con las cuerdas y, de la mano de un precioso atardecer, seguir el sendero hasta llegar al coche.
 
Bajando hacia el refugio de Pombie, divisamos un par de linternas en las verticales paredes bajo el Gran Pic del Midi d'Ossau. Tras algunos intentos fallidos para establecer comunicación con ellos mediante la linterna, decidimos dejar aviso en el refugio de Pombie. Por supuesto, nadie iba a sacarlos de la pared antes del amanecer del día siguiente. Aunque relativamente cálida, les esperaba una larga noche colgados de una enorme pared. Espero, que no sufrieran ningún accidente y que salieran del lugar ilesos. Al menos en los periódicos del día siguiente, no se dijo nada.
 
Y con esto, y con el relato de este pequeño incidente, por suerte ajeno, termino la crónica de un largo día de esfuerzos sobradamente bien recompensados. Incluyo la ruta de Wikiloc, aunque de poco sirve en este tipo de aventuras.

El domingo, para aprovechar otro magnífico día en los Pirineos, decidimos realizar una "happy climbing" que le llaman algunos, una escalada feliz. Elegimos la vía "La joya del Gállego" de Sueño Vertical, que a pesar del grado que marca, está muy chapada, lo que nos permitió relajar la mente y disfrutar de una escalada fina, sosegada y preciosa (sobre todo tras pasar la faja herbosa). Eso sí, de la chicharra bajo el sol, no nos libró nadie. Abajo, algunas fotos de la salida. Enlace de Wikiloc.
Saliendo de la oscuridad de la Arista de Peyregert.

En el collado de Peyregert.

Vistazo atrás, al mazizo.

Reflejos.

El oso se come a la osa.
Si os fijáis, se aprecia la luz de la linterna de los escaladores bajo la cima central.


 
Finalizada "La Joya del Gállego"

Saliendo a la aventura.

Dándole de primero.

Sudores mañaneros.
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