Tenerife en navidades: buscando el sol y su calor

En ocasiones, los planes surgen sin nada premeditado, de esto que revisas una tarde cualquiera Skyscanner, y ves que hay vuelos bastante baratos, directos al sol y al calor, en plenas navidades. Así, respetando, por supuesto, las fechas sagradas de esta época, en un par de clicks realizamos la reserva para viajar a la isla de Tenerife... ¡a volar se ha dicho!

Alojamiento: Icod de los Vinos. Una habitación en un apartamento compartido con 4 cuartos, baño y cocina. El nada recomendable alojamiento de "Los Geranios, n.25", al menos para invierno.

Transporte: alquiler con OK Movility. Nos tocó un asqueroso MG "una gama cuatro veces superior a lo que reservamos", sin chicha ni limoná, muy poco apropiado para la orografía de la isla con enormes rampas dispersas a lo largo y ancho de esta isla.

Día 1: Teide

A pesar de lo que pueda sugerir el título, no ascendimos al la cúspide de la isla (y de España), pero sí nos acercamos al Parque Nacional del gran volcán, para recorrer la carretera TF-21 y realizar alguna que otra parada e itinerario.

Itinerario Nº2, las Cañadas del Teide

Roques de García

Mirador de Sámara
 Día 2: Teno

Para recorrer el barranco de Masca, hay que realizar una reserva previa, y solo está abierto los fines de semana, por lo que, lamentablemente, nos quedamos sin poder caminar por donde miles de turistas lo hacen cada año. Sin embargo, no podíamos dejar de lado la Punta del Teno. Macizo montañoso al noroeste de la isla, lejos de la capital, con un aislamiento considerable.

Paisaje lunar de Alto Teno

 
Paisaje lunar Alto Teno

Mirador del Teno Alto
Mirador al Teide

Ya por la tarde, bajamos de los montes directos a la costa. Nos acercamos a la localidad de Garachico, donde nos bañamos en sus piscinas naturales mientras el sol calentaba y, después, recorrimos sus calles de estilo colonial.

Postureo en las piscinas naturales de Garachico

Chapuzón en las piscinas naturales de Garachico

 Antes de retirarnos a cenar, aparcamos el coche en el centro de Icod de los Vinos, y subimos a la parroquia de San Marcos para ver gratis desde su plaza el más que famoso Drago Milenario. El acceso al parque botánico costaba al rededor de 5€, y no accedimos. Más tarde, realizamos un recorrido por el centro de la localidad, aunque no tiene nada destacable más allá del enorme arbusto de mil años (aunque parece que su antiguedad está algo exagerada).

Drago Milenario
Día 3: Güimar

Decidimos coger el coche para cruzar al otro lado de la isla y aparcar en el pueblo de Puertito de Güimar. Allí, realizamos un recorrido circular por el Malpaís de Güimar (track).

Lo desconocía, pero un malpaís es un accidente geomorfológico formado por rocas poco erosionadas en un entorno árido. En este caso, un entorno volcánico donde apenas algunos cactus y arbustos han podido adaptarse a la irregular y difícil orografía del lugar, además de su exigente climatología. Parece un lugar desolador según te adentras por sus senderos. Siguiendo el track, se visita un tubo de lava al que parece que se puede descender haciendo uso de técnicas de escalada (valoración personal a ojo: IV).

Recorriendo el malpaís

Al fondo, el volcán que formó el malpaís

Terreno arenoso

Acceso al tubo volcánico, desde el techo de la cavidad

Volvimos a comer a casa y después de una siesta reparadora, nos acercamos al pueblo de San Juan de la Rambla. No tiene mucho para ver, pero la línea costera es abrupta y volcánica, un tanto curiosa.

Línea costera de San Juan de la Rambla

Tras el anochecer, nos acercamos a la localidad colonial de La Orotava, dónde dimos un paseo nocturno por sus calles centrales. A destacar los jardines botánicos, la plaza de la constitución y el belén instalado en la plaza del ayuntamiento.

Carretera decorada

El inmenso belén
 

Para cenar, nos juntamos con una amiga que se encontraba por la isla de vacaciones con su familia y nos acercamos al bodegón El Barranquillo, dónde pudimos degustar platos típicos de la isla, postre incluido, en un agradable ambiente y disfrutando de una compañía inmejorable.

Día 4: Anaga

Otro día soleado y radiante que aprovechamos para visitar el parque de Anaga, al noreste de la isla. Inicialmente, nuestra intención era visitar el mirador de Cruz del Carmen y, allí, realizar un pequeño recorrido por la zona, pero al estar cerca de Santa Cruz de Tenerife, el lugar estaba abarrotado de gente y desistimos.

Decidimos entonces seguir la carretera hasta el mirador Pico del Inglés, donde pudimos aparcar de mala manera para poder disfrutar de un lugar con unas magníficas vistas, aunque también abarrotado de gente.

El Teide desde el mirador del inglés

Anaga desde el mirador del inglés

 

Después, quisimos bajar a Afur, para bajar por el barranco del mismo nombre hasta la playa de Tamadite. Pero, por desgracia, durante la bajada nos dimos cuenta de que estábamos en reserva con una autonomía muy baja, y debimos abortar la misión para proseguir por la preciosa carretera de Anaga, la TF-12, hasta la gasolinera más próxima, cerca de San Andrés, en la costa sur.

Como no queríamos volver, y para seguir aprovechando el día, nos quedamos en la playa de las Teresitas toda la tarde.

Para terminar bien el día, fuimos en coche hasta el mirador de la Cruz de Juan Fernandez para disfrutar del atardecer.

Atardecer desde el mirador de la Cruz de Juan Fernández
 

Día 5: Arenas Negras y la San Silvestre

Por la mañana, subimos en coche hasta la zona recreativa Las Arenas Negras, bajo el volcán homónimo, para realizar una vuelta circular por su entorno (track).

El volcán Arenas Negras

Vistas al mar

Volcán Arenas Negras

El Teide, de fondo, como siempre

Por la tarde, participamos en la San Silvestre de Los Realejos, concretamente en la zona comercial de Toscal-Longuera. La carrera comienza justo con la partida del sol, aproximadamente a las 6 de la tarde y se realizan tres vueltas circulares a la zona (track).

En la salida de la San Silvestre

Y así, culminan unas vacaciones calurosas de relax a las faldas de un magnífico volcán. Para el que le interese, aquí el mapa de los puntos de interés de la isla.

En definitiva, hemos podido comprobar que Tenerife es algo más que playa, chiringuitos y veraneo, y que es una isla que se presta a multiples actividades.

De vuelta por Nochevieja (casi como el turrón).

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Mapa de actividades