Espolón SW de la Peña Umandia: víaTermomis

Innumerables veces, casi tantas como las que habré acudido a Araia, habré dirigido mi mirada hacia arriba para observar la Peña Umandia, y siempre me ha intrigado y sentía atracción por lo que veía. A lo lejos, una bonita línea rocosa que asciende de forma esbelta hasta la mismísima cima de la Peña (se puede ver incluso de forma precisa desde Google Earth).

Aproximación por la derecha y descenso por la izquierda aparcando en el pueblo de Araia.

Detalle del espolón.

Croquis general vía Termomis



Antes del verano, mi aita y yo nos animamos a investigar la zona. Aunque con mucha piedra descompuesta, parecía una línea viable. También daba la sensación de tener un largo de dificultad moderada... un V por lo menos. Con esta información, nos decidimos a intentar la apertura de una vía en dicho espolón.

A los meses, ascendimos MC, mi aita y yo a la Peña Umandia y comenzamos a recorrer el espolón en dirección descendente. Colocamos varias reuniones de cintajos, así como cordinos y estacas para poder progresar en rapel largo a largo. Fuimos diseñando los largos de una longitud aproximada de 25-30 metros para que fueran factibles para una posterior escalada. En el descenso, aprovechábamos para podar la maleza y retirar todas las piedras sueltas o de dudosa estabilidad.

Al llegar a las dificultades más notorias, las rapelábamos primero para luego probarlas en dirección ascendente, siempre bien asegurados desde arriba. Una de ellas, la más dificultosa, se podría catalogar al menos de V+, por lo que decidimos equipar el largo desde abajo con tres parabolts de acero cincado de 10M y 80mm (lo único disponible en la tienda por la que me pasé).

Tras equipar el largo, proseguimos nuestro descenso de reconocimiento y limpieza.

Más abajo, encontramos alguna otra dificultad menos complicada que la anterior, pero, por falta de material, no la equiparíamos hasta el día de la apertura oficial.

En conclusión, resultó una vía semi-equipada de 7 largos, dos de ellos de IV grado y uno de V+. Salvo 4 parabolt, colocados en los lugares más difíciles, el resto de anclajes son precarios (sirgas y estacas de madera), por lo que recomiendo encarecidamente llevar material de autoproteccion. Esta pendiente equipar con, al menos, un anclaje fijo todas las reuniones así como algún que otro paso para dejar la vía apañada.

Acceso: el mejor acceso, de los que conocemos, se realiza desde el pueblo de Araia. Aparcando el coche al final del pueblo, cerca del frontón del barrio de Intusi.

Acceso desde Araia
Aproximación: nos llevará aproximadamente una hora alcanzar la base del espolón y se puede realizar por pistas en su totalidad. Saldremos de Araia siguiendo la pista que nos lleva a la Leze. Tras un cuarto de hora, giraremos a la izquierda en dirección ascendente. Seguiremos cualquiera de las pistas siempre en dirección ascendente hasta llegar al refugio de Apota. Desde allí, ya podremos ver nuestro objetivo, la Peña Umandia. Tornaremos a la izquierda hasta llegar a un cruce y entonces seguiremos subiendo. A mano derecha encontraremos un hito que marca la salida de la pista sin sendero para acceder a la base del espolón.
El tramo final consiste en una pedrena nada agradecída hasta llegar el pie de vía.

L1 (44m, 3 seguros, II+): consiste en comenzar a trepar por las rocas iniciales. Carece de una dificultad técnica reseñable. Finaliza cuando nos encaramamos a una corta pared con una marcada fisura a su izquierda.
L1 (44m, II+)

L2 (43m, 1 parabolts + 3 seguros, IV): largo fraccionable por la mitad. Comienza de frente por la pared, por la derecha de la fisura. El comienzo es el único tramo de IV. Después, nos encontramos con una placa de III protegida con sirga y sencilla de atravesar para terminar trepando (II) por el vértice. Termina el largo al llegar a una terraza herbosa e inclinada dónde encontraremos dos estacas de madera unidas con sirga, que pueden servir de reunión. En todo caso, podría existir la posibilidad de reforzar con algún anclaje flotante en roca o natural.
L2 (43m, IV)

L3 (27m, 2 seguros, III/IV): atravesamos la terraza herbosa en perpendicular para salir al vértice de la cresta por su flanco derecho. Progresaremos por el vértice (III exp.), hasta alcanzar una reunión de cable que rodea una gran roca. Si se decide realizar el largo en línea recta, resulta algo más complicado, subiendo el grado, por lo menos, a IV (sin equipar). Si se porta un cordino de grandes dimensiones (4 o 5 metros de largo) se podrá reforzar la reunión.
L3 (27m, III/IV)

L4 (50m, sin seguros, II): se sale de la reunión y se esquiva el promontorio rocoso por una faja herbosa a mano izquierda. Tras ello, progresaremos por terreno fácil hasta el gran muro que da comienzo al siguiente largo.
L4 (50m, II)

L5 (30m, 3 parabolts + 1 seguro, V+): se comienza el largo a la izquierda de la pared, siguiendo el primer parabolt (que se puede chapar desde el suelo) y se progresa poco a poco hacia la derecha, hasta salir de nuevo al vértice. Tras superar los tres parabolts, la vía transcurre con más sencillez hasta una reunión marcada por dos estaca de madera con una cadena. Podremos reforzar aprovechando una sólida roca situada algo más arriba.
L5 (30m, V+)

L6 (24m, sin seguros, III): largo sencillo de progresión que se empina un poco en una pared de 4 metros carente de dificultad. Sencillo para asegurar hasta llegar a una reunión con cordino amarillo.

L7 (30m, sin seguros, II): travesía sencilla realizable en ensamble hasta llegar a una reunión con cordino verde.

Alternativamente, L6+L7 (54m, 1 seguro, III): se pueden unir los dos últimos largos en uno para realizarlos más rápidamente y en ensamble, ya que carecen de dificultad técnica, aunque no están exentos de algún peligro de caída.
L6 y L7 (24m y 30m, III y II)

 

Tras el último largo, saldremos a la derecha para continuar por el vértice hasta alcanzar la cima.

Descenso: desde la cima, nos dirigiremos al nor-oeste y nos internaremos en el bosque. Manteniendo siempre la misma dirección, comenzaremos a ver un sendero que, posteriormente, se convertirá en pista y nos llevará hasta un collado, llamado Atabarrate. Giraremos entonces al sur (izquierda) y descenderemos por la pista hasta encontrarnos con el último cruce de la subida. Se puede descender por dónde se ha ascendido (más corto y rápido) o se pueden orientar los pasos hacia el oeste para acercarnos al valle del Zirauntza y, si nos apetece, pasar para ver el nacedero. Siguiendo toda la pista, llegaremos de nuevo al pueblo para dar por concluida nuestra aventura.

Material: 6 cintas + material para las reuniones. Un juego de friends y fisureros. Recomiendo algún cordino largo tambien.
Roca: caliza.
Orientación: suroeste.
Época: todo el año (si damos tiempo para que se seque la roca). En la cercana escuela de Egino la escalada está regulada (con prohibición del 1 de Abril al 31 de Agosto).
Horario: 1h+3h+1h
Primera ascensión parcial: Javi Urrutia (2009) 
Primera ascensión total (aperturistas y equipadores): M.C. , I.B. y U.B. (2022)

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